viernes, 4 de noviembre de 2011

INTELIGENCIA EMOCIONAL. DANIEL GOLEMAN

Según nos expone el autor Daniel Goleman, la inteligencia emocional  es la capacidad para reconocer sentimientos de uno mismo y de otras personas, y la habilidad con la que somos capaces de manejarlos en nuestras relaciones con los demás.
Parte de la base que la inteligencia, aún siendo un factor muy importante,  no es la clave del éxito personal, ya que esta se logra a través de la inteligencia emocional, es decir, con el pleno conocimiento de nuestras emociones, con nuestra capacidad y habilidad para comprender los sentimientos de los demás haciéndonos trabajar en equipo y adoptando una actitud empática y social que nos ayude a nuestro desarrollo personal.
Nos presenta ideas claras acerca de nuestros objetivos en el trabajo: Saber que tenemos que hacer, como tenemos que hacerlo y sentirnos valorados por nuestra labor son pautas que nos van a ayudar en nuestro desarrollo.
La capacidad del ser humano para controlar los impulsos emocionales (normalmente bastante irracionales) y cual es la mejor manera de hacerlos lo más efectivos posible. Nos expone que aunque la genética puede determinar nuestro temperamento, a través de las emociones que se pueden controlar, no sería posible predecir nuestro futuro ya que cada persona puede controlar sus propios impulsos.
Estamos en una continua etapa de aprendizaje en nuestras vidas a través de nuestro control emocional. Coleman sostiene que inteligencia y emoción son compatibles y complementarios, posibilitándonos el éxito en nuestros trabajos, y saber hacerlo de una manera correcta.
La inteligencia personal puede ser intra-personal (sentimientos propios) o inter-personal (capacidad de reconocer los sentimientos de otras personas)
Para ello, debemos de fijarnos 5 distintas etapas:
1-   Tener conciencia de uno mismo, es decir, conocer nuestros sentimientos, nuestras emociones y nuestros estados de ánimo. Si conocemos nuestras emociones, las podemos controlar y por ello, modificar nuestro estado de ánimo.
2-   Saber manejar esas emociones, es decir, tener la capacidad para controlar nuestro mal humor, nuestra ira, nuestra ansiedad o depresión, evitando sus efectos perjudiciales.
3-      La capacidad de autodominio y automotivación superando el pesimismo y la desconfianza.
4-      El control de nuestros impulsos mediante la prioridad del objetivo que se quiere lograr.
5-      La sociabilidad, la colaboración  o la habilidad para relacionarnos con los demás.
Como hemos podido apreciar, los primeros cuatro puntos se basan en la inteligencia intrapersonal y el quinto punto en la inteligencia interpersonal.
Como resumen del libro hay que decir que, pararse a reflexionar los impulsos que no controlamos fácilmente es básico en el desarrollo diario de nuestras actividades; hay reflexionar siempre antes de emprender cualquier acción, ya que nuestros impulsos suelen ser más fuertes que nuestros razonamientos, pero debemos de aplicar nuestros razonamientos.
El libro nos demuestra como la inteligencia emocional puede ser fomentada y fortalecida por cada individuo, y como la falta de la misma puede influir en el comportamiento del mismo.

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