miércoles, 27 de junio de 2012

ESCUCHA ACTIVA - ESCUCHAR CON LOS OJOS. FERRAN RAMON-CORTES


A partir de la relación interpersonal entre uno mismo y los demás, podemos salir todos beneficiados. Eso es la idea principal de éste libro, la evolución de uno mismo y las personas que nos rodean a través de nuestra relación, que en un principio la vamos a basar en saber escuchar, observar y atender las necesidades de los demás.

En muchas ocasiones, en plena conversación con los demás, tenemos la sensación de que no nos están escuchando, de que nos oyen, pero están con el pensamiento en otro sitio, es como si lo que les estamos contando, no fuera con ellos.

¿Por qué sacamos esta conclusión?. Simplemente por lo que estamos observando con nuestros ojos. Vemos su cara, sus gestos, sabemos o interpretamos si está con nosotros o está ausente.

En el libro se desarrolla la historia de un profesional que cuando una compañera de su equipo con la que ha trabajado durante 5 años le dice que se va, el protagonista se da cuenta que prácticamente no sabe absolutamente nade de ella, prácticamente es para el una total desconocida. A partir de ahí, inicia el desarrollo de sus habilidades comunicativas tomando como ejemplo un manual de fotografía.

Sabe que el buen fotógrafo es aquel que sabe encuadrar mejor a los personajes de la foto, aquel que saber colocar a cada uno en su sitio, el que gradúa el color, el brillo, el que se esmera en realizar la mejor fotografía posible. No se trata simplemente de apretar el botón y que salga lo que salga, ¡No!. ¡Quiere lucirse con esa fotografía que va a hacer y sacar sus mejores ideas profesionales y colocar a su compañera en el mejor enfoque posible!.

 Poco a poco, a través de su visión externa del encuadre, quiere acercarse a ella e ir conociéndola, quiere mejorar su comunicación interpersonal con ella, quiere descubrir su alma. Es una manera de escucharla, de ayudarla. No sabe en principio si va a funcionar bien o no, pero lo intenta.

Para ello lo primero que hay que ceder es el puesto donde se ubica; la protagonista es su compañera, él es el observador que está pendiente de su mirada, de la postura de sus hombros, de su sonrisa y de su atención. La situación es la misma que los días anteriores, pero ¡algo ha cambiado!, ahora el “fotógrafo” está pendiente de su compañera, le está prestando atención, se lo está haciendo notar.

¡Yo soy el fotógrafo!¡Por fin me cuentas tus recelos, tus miedos, tus sensaciones!, pero aunque otras veces lo has hecho, no he sabido yo darte la oportunidad de conocerte tal cual eres, natural, sin tapujos, sin prejuicios. Ya sé que estás pasando malos momentos, con fuerte angustias y que no te encuentras bien en el trabajo. Eso me lo has contado otros días, pero yo te oía y no te escuchaba.

Ahora te escucho con los ojos; ahora estoy pendiente de ti; miro tus gestos, presto atención a lo que me dices. Yo me encuentro mucho mejor, pues he sido capaz de ver dentro de ti, y tú estás mucho más relajada y confiada, pues has sabido sacar lo que llevabas dentro, tus inquietudes, tus pensamientos, y tan sólo por que yo veo y escucho con los ojos.

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