A partir
de las visitas que Marta hace a su amigo Max, éste le contesta a los distintos
conflictos que Marta le va consultando mediante largas conversaciones en la que
Max, le abre las puertas a una mejora en su comunicación con los demás.
En cada
visita de Marta. Max le descubre una nueva habilidad para despertar la
autoconfianza y ganarse a su vez la confianza de los demás mediante sólidas
relaciones
La verdad es que es un libro cien por cien positivo. Un libro que si quieres leerlo con ganas de aprender y ejercitar, puede ser absolutamente positivo para la vida diaria de cada uno de nosotros. Lo único que tienes que hacer es tener tiempo, tranquilidad, predisposición y dejarte llevar por las enseñanzas Max le va transmitiendo a Marta, y a su vez a cada uno de los leemos el libro, pues simplemente es genial.
Tan
sólo hay que tener tiempo y ganas. Tener tranquilidad para aplicar cada una de
las enseñanzas que nos presenta Max, pues todas y cada una de las consultas que
Marta le realiza, se basan es actitudes cotidianas de la vida más normal y
simple que cada uno de nosotros llevamos bien en casa, en nuestro trabajo, en
nuestro día a día.
Todos
nos sentimos el ombligo del mundo, el centro del universo, y ¡es verdad!,
¡nuestro mundo gira a nuestro alrededor!, pero cuantas y cuantas cosas podemos
aprender con éste libro.
¿Cuántas
cosas normales, cotidianas hacemos al día que, sin darle importancia,
modificaríamos tras reflexionarlas un poco?. El problema es que no nos paramos
ni un solo segundo a reflexionar. A lo hecho pecho, y “pa chula yo”.
Somos
comos somos, y esta sociedad nos hace ser fuertes, luchadores, competitivos,
estresantes muchas veces y autoconfiados en nuestras propias ideas y razones.
Razones y convicciones que nos hacen mirar siempre hacia delante y en una misma
dirección, pero muchas y muchas veces no somos capaces de apreciar lo que nos
rodea, de saborear los grandes placeres de la vida, que normalmente se
encuentran en frascos pequeños, como los perfumes, pero que nos pueden dejar un
aroma extraordinario en nuestro interior.
Si
miramos hacia atrás, ¿Cuántas cosas cambiaríamos?. Seguro que lo primero que
pensamos en aquellas cosas en la que no nos hemos salido con la nuestra, pero
si nos parásemos a pensar un poquito más, ¿seríamos capaces de cambiar tantas y
tantas pequeñas situaciones por nuestra tonta actitud?.
Max
nos ayuda a pensar y nos transmite que la reflexión es una gran ayuda para
nuestras vidas. Muchas veces nos quejamos de los demás, muchas veces acusamos a
los demás de ser el origen de nuestros problemas, de nuestras inquietudes, pero
la verdad es que si nos miramos el ombligo, no daremos cuenta que en todo lo
bueno y lo malo de nuestra vida, el principal causante de ello, somos nosotros
mismos.
La
vida en bella; la vida es bonita, pero debemos de saber disfrutarla. Un poquito
menos de ego propio, un poquito más de tranquilidad, un poquito más de
reflexión, no de cabezonería, no nos vendrá mal a nadie. Las
cosas son como son, pero muchas veces nos empeñamos en que sean como nosotros
queremos que sean. Para
tener una buena comunicación y una buena relación con los demás, primeramente
tenemos que tener la voluntad de hacerlo así.
Es
un libro ejemplar, de fácil lectura, de lecciones muy sencillas y muy grandes,
que todos sabemos o hemos oído y que conforme se las escuchamos a Max,
entendemos que de todas ellas hemos tenido experiencias en nuestra vida, pues
son cosas y acciones cotidianas, y que tenemos la plena certeza de que a su vez
son ciertas y encantadoras, pero que a su vez, cuando pretendemos aplicarlas,
empiezan nuestros problemas, pues nunca queremos reconocer que todo lo que gira
a nuestro alrededor, que el color del mundo que vivimos, muchas veces es el
color que nosotros mismos nos estamos fabricando; se recoge lo que se siembra.
“Como se dice, del dicho al hecho hay mucho
trecho”., y ese largo camino es que tenemos la absoluta convicción que tenemos
que recorrer. ¿Estamos dispuestos a hacerlo?
P.D.-
Algunas de las reflexiones de Max que más me han impactado son:
- Estamos más pendientes de hablar nosotros que
de escuchar a los demás.
- La verdadera escucha consiste en comprender a
quién nos habla.
- Debemos de concentrarnos en quién tenemos
enfrente, olvidándonos de nosotros mismos.
- No debemos de caer en el error de dar por
hecho que ya sabemos lo que nos van a decir.
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