domingo, 25 de septiembre de 2011

LA ASERTIVIDAD: EXPRESION DE UNA SANA AUTOESTIMA. OLGA CASTANYER

Tal y como nos indica la autora en el libro, la asertividad consiste en lograr la autoconfianza, la autoestima   y el respeto a nosotros mismos logrando mejorar nuestras relaciones con los demás.

No se trata de ser el mejor, el ganador; de ser siempre el que impone sus convicciones; no se trata de vencer a los demás, de herirlos o perjudicarlos, si no de saber convencer exponiendo  nuestra forma de pensar, nuestras ideas y nuestros pensamientos a través de nuestra seguridad en nosotros mismo y en  saber estar a la altura en cada momento y circunstancia.

En el libro se nos presentan distintos ejemplos de conducta o respuesta ante distintas situaciones, pudiendo las personas estar enmarcadas en tres grandes grupos: personas pasivas, personas agresivas o personas asertivas:

  • No asertivas: No se respetan a sí mismos y suele estar “dominados” por los demás. Se auto-anulan y no se aprecian ni se reconocen nada. Suelen caer bien a los demás, pues nunca provocan discusiones pero emocionalmente son personas que se van callando y cargando internamente. No tienen autoestima.

  • Agresivas: Siempre están al ataque, siempre tienen la razón. Están por encima de todos, por lo que siempre salen ganando. Socialmente son rechazados.

  • Asertivos: Se respetan a sí mismos y a los demás y a su vez son respetados. Eligen lugar y momento para exponer sus ideas, que normalmente son llevadas a la práctica. Transmiten seguridad.
La persona que se respeta a sí misma, la persona que tiene una buena autoestima, es decir, quien se valora y aprecia, normalmente se siente a la misma altura pero distinto a los demás, nunca inferior o  superior, mientras que la persona que es agresiva o retraída,  no suele tener una alta autoestima  y necesita sentirse valorado por los demás.

Está claro que puestos a elegir, todos deberíamos ser a ser asertivos, pues es la mejor manera de poderle sacar mejor provecho a nuestro trabajo, a nuestras relaciones y a nuestra valoración personal. Tener una actitud positiva ante los problemas diarios o ante las situaciones normales y anómalas del día a día, nos hará sentirnos más seguros en nosotros mismos, más satisfechos internamente y ser más prácticos y positivos con los demás.

El libro nos presenta como mejorar día a día la asertividad, nos explica como saber utilizar también la comunicación no verbal que acompaña siempre a la verbal. Es muy importante que los mensajes que emitimos con nuestra mirada, con nuestra expresión facial, con nuestra postura corporal  y con nuestros gestos, coincidan con nuestro mensaje oral.

Es muy importante primeramente saber escuchar, observar, analizar y partir de cero, de la nada en cada situación. No hay que tener prejuicios ni pecar de “enteradillo” o “sabelotodo”, pues esto nos hará caer en errores y en dejarnos por el camino detalles que nos serían de utilidad para poder resolver con eficacia nuestra función.

Todas la personas tenemos nuestros derechos, y la asertividad nos invita a ejercerlos y a no dejarnos pisar, pero a su vez a saber estar y comportarse, a saber recibir y transmitir información y emociones de/a los pacientes, y en definitiva a aprender y enseñar, a compartir y ser de utilidad a nosotros mismos y a los demás.

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